miércoles, 26 de marzo de 2014

Dentro de mí.

Necesitas estar dentro de mi...en mi cabeza, no confundas, que no me refería ahí. 
Para poder opinar porqué hago asá o así, si los asá tienen motivo o si los así es porque si. 
No es cuestión de ponerte mis zapatos para entender mi camino, sino estar dentro de mi y andar con mis pies. Que dicho sea de paso tengo unos juanetes de la ostia, un tobillo que pasó por no pocos esguinces mal curados que vienen soportando el peso de mis rodillas hechas polvo por mis caderas lesionadas. Que por si no fuera suficiente van acompañadas de mis ingles que tiemblan (porque las mías si) cada vez que le piensan y soportando a mi estómago (que dejando aparte todo lo que le meto al pobre) se encoge y se queda hecho un puño cuando recuerdo según que cosas. 
Para encima estar escuchando a un corazón del mismo tamaño que su dueña (ojo!) que no calla ni debajo el agua, ni durmiendo, ni.. nada. Que tiene vida propia y aconseja cosas que siempre quiere hacer pero que está en constante jaleo con su colega el cerebro, que éste no es tan grande pero que da por culo las 24h al día. Y que si esto sí, que esto no, que no puedes hacer esto.. mientras el otro dice que si. Y entre tanta lucha y discusión tengo el cuello y los hombros cansados de tanto peso y tanta conversación, solo se relajan si me tocan con un dedo, pero no cualquier dedo, ya sabes. 
Ah, y no me olvido de decir que el cerebro no es uno, sino que viene partido en dos y también uno tira mas que otro en según que momentos, aunque normalmente me tira más el que es colega del corazón, y como hacen mayoría siempre acaban ganando. 
Vamos, que dentro de mi hay tanta vida y movimiento que hasta mis ojos se nublan y veo fatal si no fuera por las gafas. Como si fuera un.. céntrate a lo de dentro que ya luego miras y te centras en lo de fuera. Me olvidaba! suspiré tantas veces que mis pulmones se cansaron, y de vez en cuando me inflama los bronquios y me deja respirando mal un tiempo, para recordarme que solo merece la pena suspirar por las cosas buenas. 

Por eso decía que necesitas estar dentro de mi. En mi cabeza, no confundas, que no me refería ahí. Y en  mis pies, en mi estómago, en mis brazos cuando abrazo, y en mis ojos cuando miran según quién. 

Necesitas estar dentro de mi. 

miércoles, 5 de marzo de 2014

Secretos.

Opté por vivir...en vez de sobrevivir. Me doy prisa por vivir lento, por saborear cada momento, por beberme un té ardiendo sentada en un banco mientras me quemo los labios y me congelo las manos. Me doy prisa por sentirme viva. Leí que el sol nos llenaba de energía, así que de vez en cuando andando por la calle me quito las gafas de sol, y cuando ciega, con los ojos llorosos pienso: LOADING...
Cogí la costumbre de cada mañana (y no es coña, soy una freak! pero buena gente) lo primero que hago al despertarme es obligarme a sonreír almenos una vez antes de pisar el suelo, y me repito: Hoy va a ser un gran día! Solo es consciencia, de saber que es verdad, que lo va a ser. Así escribo mis mañanas para que mis noches las de por más que disfrutadas.
Que las casualidades no existen, que todo pasa por algo, por el mismo motivo que estás leyendo esto ahora mismo. Acostumbrarse a lo bueno, a uno mismo, que al fin y al cabo la gente va y viene pero nosotros (uno mismo, con su cerebro atropellado y su cuerpo a cicatrices) es lo que nos va a acompañar toda la vida, y TODA LA VIDA se dice muy rápido. Que menos que llevarnos bien.
Te cuento un secreto?
Todos sabemos como provocarnos tristeza con esa canción tan triste que nos recuerda a ese momento...(si, a ese) pero sabemos provocarnos felicidad? Ser consciente de las pequeñas cosas que nos la provocan. Ese es el secreto... pero shtt no digas a nadie que te lo he contado.


lunes, 3 de marzo de 2014

Distancias necesarias(-in)

Porqué nos distanciamos? Esa es una de las preguntas que incomodan a la gran mayoría de personas.
Te llevas bien con alguien, mantienes una relación (sea de amistad, de amor, de cordialidad profesional, etc) y de golpe PUM. Pum es lo mismo que nada, que vacío, ausencia o eso... distancia. Distancia efímera por otra parte porque no son kilómetros (o si) pero es peor, es distancia mental? psicológica? como queráis llamarle. Pero a todos os ha ocurrido alguna vez de no saber bien porqué no tenéis tanto contacto con otra persona. Porqué no le llamas? Que llame ella. Porqué no le mandas un mensaje? Si, en cuanto pueda.
EN CUANTO PUEDA. Siempre se puede mostrar afecto a los tuyos, (y a los que no son de tu propiedad también) todo lo demás son excusas. Unos cuantos kilómetros por ejemplo, no son excusa de distanciarte de nadie, eso solo distancia físicamente y eso es lo mismo que nada.
Hay personas pegamento y hay personas pegadizas. Anita es pegamento ( y que dure, que me endulza la vida) , y yo también lo soy. Las personas pegamento son las que les encanta mantenerlos pegados a todos, los grupos que se ven gracias a que alguien los cita a todos, las personas que mantienen una buena amistad porque la otra persona procura llamarla, saber de ella, o cuadrar tiempos para verse. Esas son las personas pegamento, y luego están las personas pegadizas... las que no tienen maldad alguna pero necesitan de pegamento para mantener relaciones que para ellos positivas, satisfactorias y necesarias pero que sin pegamento no les nace prestarles atención o cuidarlas.
Y porque nos distanciamos? Hay necesidad? Realmente nos cuesta tanto una llamada, un mensaje, una visita, un ALGO para que el otro sepa que nos acordamos de él y que su presencia en nuestra vida es importante. Yo creo que no, pero aún así, nos distanciamos, y seguimos distanciandonos... nos despegamos y nos dejamos pegar a otros para volvernos a despegar y pegarnos a cualquier cosa que tenga pinta de pegamento.
CUIDAR. Esa es la clave para no llegar al punto de hacernos la pregunta de: porqué no se nada de esa persona con lo genial que nos llevamos?
Cuidarte, cuidarme, cuidemos de todos para que las distancias (si son necesarias) sean solo físicas y por culpa de kilómetros (y aún así no es distancia). No mentales por culpa de la dejadez de perder un minuto al día.

Aráñate el alma y mira que tienes dentro, que si te acabas haciendo heridas yo te las curo con pequeños trozos de nubes de algodón. Merecerá la pena.