lunes, 23 de diciembre de 2013

Letras a los años

Llegados a las épocas de propósitos sin sentido que se olvidan en un par de días...
Yo éste año no he ido al gimnasio, sigo siendo un poco foca como alguien me dijo un día. Tampoco ha sido el año que por fin fui a NY, pero sigo viendo todas las mañanas la postal que me trajeron I y R. No me he cuidado tanto como quería pero lo compensé con horas de risas y copas de vino con L, Z y D. Alomejor tendría que haber visto más documentales, pero me fui bastantes días de fiesta con M, y pa' la fauna que había es lo mismo que 4 temporadas de documentales de la 2. Pero vaya, a mi lo que me importa son las personas, porque al fin y al cabo todas esas cosas que hacemos a lo largo del año tienen gracia porque las compartimos. Que al final la esencia es girar la cabeza y que tengas alguien al lado mientras caminas. 
Así que un #oletu asíii de grande a los que se cruzaron por mi vida, a los que siguen estando desde hace tiempo, a los que llegaron y se fueron, a los que llegaron y se irán. Porque a veces alguien pasa por tu vida un minuto y te marca para toda la vida, y eso, a veces.. es genial. 
Como I, la persona más tranquila del mundo, de esas que te hablan y tú respiras. Respiras bien y bonito, porque te relaja cualquier cosa que te cuente. Compartir poco tiempo de trabajo con esa persona y que te llenara cada segundo de conversa con ella. Hay personas que son ángeles en tierra, como I. 
Como D, que es la locura personificada, que su cara de gato cabreado me hace reír más que cuando se lo propone. Y porque levantarse por las mañanas y escuchar desde la otra habitación un Buenos Días con voz dormida es la más tierna de las maneras de empezar un día. 
Como F, que no apareció y se fue, solo se fue, para volver espero. Pero que me falta igual que esos abrazos en días especiales. De las situaciones que piensas, falta! Ese es F. Tan necesario en mi día a día como en cualquiera que lo conoce. Y que yo necesito más colores, que con tanto blanco dan ganas de mezclar con oscuro que así la vida tiene más tonalidad. 
Como P, que no se bien porque aparece en mi vida. Igual que mirarse en un espejo y ver que el reflejo no se mueve al mismo tempo que tú pero que es tu reflejo de todas maneras. Darse cuenta que cuando me hicieron, al molde le quitaron las tetas le pusieron una entrepierna y le hicieron a él. Así es P. Un Marino, o yo una P, pero iguales. Y la alegría que da saber que hay mentes libres corriendo por el mundo y que cuando te hablen tu te rías por dentro, no por él, sino porque parece que seas tú la que hables. 

Y así, da gusto que se acabe un año, porque por cojones (de los que siempre hablo y no tengo) el próximo va a ser genial. Por cada una de las letras que aparezcan en mi vida sean la mitad de especiales de las que han aparecido hasta ahora . Así una le hecha sonrisas a la vida y que vayan sumando, que con mi abecedario soy una afortunada de letritas. 

domingo, 15 de diciembre de 2013

Se le daba tan mal.

Se le daba tan mal relacionarse con la gente, que le habían salido arrugas en el entrecejo de tanto fruncir el ceño por no entenderlos. Porque era incapaz de entender que alguien hiciera justo lo contrario a lo que queria mostrar realmente, por unas normas imaginarias que todo el mundo sabía. Una especie de código moral dictaba que si pasabas de él un poco, había una ley de alguien llamado Vida que hacía que el vendría. Ella no se enteraba absolutamente de nada. Como iba a saber lo que quería la gente si a veces (y no se sabe cuando) hacían lo contrario de lo que querían para que tu supieses que en verdad no quieren eso? Ella estaba loca, pero cuando veía estas cosas creía firmemente que estar cuerda es lo peor que te puede pasar en la vida. En su mundo se estaba calentito, siempre había una sonrisa a quien abrazar y si te enfadabas  siempre podías pegar patadas y gritar a los cuatro vientos el porque. Ahí se estaba mejor. De vez en cuando se escapaba a cargar pilas a su mundo, mientras los demás creían que pensaba la manera de expresar lo que no sentía. Nunca.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Mujeres de verdad? Mujeres reales.

Hace unos días leí un articulo que se titulaba: Enamórate de una mujer de verdad. Válgame señor! Con toda mi inocencia esperaba que fuera algo precioso..pero WTF!??
Perlas del nivel de: 
"Sin embargo, puedo pedirte que te enamores de una mujer de verdad. Enamórate de una mujer que busque “figuritas” en las nubes. Enamórate de una mujer que sea lo suficientemente valiente para decir que tiene miedo pero que siempre ejecute a pesar de él. Enamórate de una mujer que no mate hormiguitas sólo porque puede, enamórate de la que agarra la hormiguita en la uña y la devuelve a su filita. Eso significa que es buena y capaz de apiadarse de los que no tienen las mismas herramientas que ella.
Enamórate de una mujer que no disimule ni esconda lo inteligente que es. Las que se hacen pasar por brutas son mucho más peligrosas que las que asumen con orgullo lo inteligentes que son. Además, ¿por qué quisieras estar con una mujer que se subestima para cazar un tipo? Enamórate de una mujer que sea abrazable, adorable, querible y cogible. Todas son importantes. Enamórate de una mujer que no se maquille mucho. Son honestas y seguras. Las que se maquillan mucho envejecen más rápido. Enamórate de una mujer que sea Team Mafalda y no Team Barbie. Enamórate de una mujer que le guste comer. La vida es más divertida comiendo pizza que lechuga. Enamórate de una mujer que le guste la música. No importa que no sea la misma que te guste a ti. La música puede unirlos cuando se distancien, curarlos cuando se enfermen y salvarlos cuando se pierdan. Enamórate de una mujer que sepa cocinar, que le guste lavar platos o que tenga real como para comprar un lavaplatos. Enamórate de una mujer que hable bastante, para que tú no tengas que hacerlo. La parte fácil es tuya: asiente y sonríe como si tuvieras idea de lo que está hablando. Enamórate de una mujer que te escuche con atención. Enamórate de una mujer que te pueda hacer sentir culpable y genuinamente arrepentido de vez en cuando. Que tenga ese poder sobre ti es el mejor antídoto contra la arrogancia y el orgullo. Enamórate de una mujer que no sepa planchar, para que no pierdan ni un solo momento juntos. Enamórate de una mujer que sepa escribir “noticas” de amor. Las “noticas” reviven las mariposas y hasta pueden mandar un bombazo de sangre al…corazón. Enamórate de una mujer que le guste bailar. Recuerda que bailar es la expresión vertical de un deseo horizontal. Enamórate de una mujer que piense en otras cosas, que haga otras cosas y que piense en otras personas diferentes a ti. Enamórate de una mujer con hobbies, con intereses, con pasiones. Que no seas sólo tú, para que no te asfixie. Enamórate de una mujer que sepa que el amor tiene que ser libre. El amor obligatorio sólo le hace daño a los involucrados. Enamórate de una mujer que ame y deje amar. Que sea y deje ser. Enamórate de mí o de alguien como yo, para que no me duela tanto."
Tírate flores si ves que tal! Porqué eso sería una mujer de verdad? Porque no hablamos de las mujeres que sí son brutas y pese a ello también inteligentes. Que no buscan figuritas en las nubes sino que se cagan en la madre que las parió por taparle el sol cuando tenía un rato para ponerse morena. Mujeres que cuando ven un bicho lo chafan y venga pa'lante  como los de Alicante, que solo es un bicho. Yo me apiado de los que no tienen las mismas herramientas que yo, pero si un bicho me molesta adiós muy buenas, y Hey! soy una mujer de verdad. También me maquillo, soy honesta y sincera, no escondo nada, pero lo hago porque me veo más guapa y porque me sale del mismísimo. No me gusta ni fregar los platos ni planchar. Tengo un montón de hobbies que pasan en segundo plano si me enamoro, y no veo porque una mujer de verdad tendría que buscar entretenimientos para no asfixiar a su hombre. Pero de que mierda estamos hablando? Y hablando de hablar (oleole) una mujer que hable por ti, tú asiente y sonríe. Eso es una mujer de verdad? O una mujer que solo quiere un mono de feria que le de la razón? A una mujer de verdad le gustan las grandes conversaciones, de las interesantes, de las que uno habla y el otro contesta y el otro discrepa. Que para sonreír y asentir ya están los perritos del coche. Enamórate de una mujer que le guste bailar (hombre yo ahí no me meto) pero las arrítmicas no tienen derecho a considerarse de verdad? Es chungo el tema de la arritmia pero vaya, que son personas también (no?) Mujeres que hagan "Noticas"..pues yo no escribo noticas, yo como los morros en cuanto menos te lo esperes y ya verás si reviven las mariposas, vaya, mariposas, pájaros, los elefantes y las jirafas de golpe. Una mujer que sepa que el amor es libre, suponiendo que todos los hombres del mundo lo saben ya no? Libre yo hombre, que por no hacer ni me enamoro. Jah! 
Vaya, en total desacuerdo con la que ha escrito eso, es más, no solo estoy en desacuerdo sino que me indigno, porque si eso es una mujer de verdad que vivan las mujeres de mentira. Maquilladas, con mala leche, enamoradizas, que no les guste fregar y lo hagan a mala gana, que coman pizza los sábados y lechuga los lunes porque de todos es sabidos que las dietas se empiezan los lunes. 
Las reales, de esas son de las que hay que enamorarse. 

jueves, 5 de diciembre de 2013

Perfección y Carpeta se dan la mano.

Hay un millón de momentos perfectos en nuestra vida. 
No se trata de largos periodos de tiempo (o si). Hay momentos perfectos que duran menos de un minuto, otros que apenas duran un segundo, pero es el segundo más jodidamente perfecto del mundo. Y es que vale más esa rápida perfección que el imperfecto aburrimiento de un día entero. 
Un momento perfecto se reconoce por la comisura de los labios, (lo pequeña que es esa parte de nosotros y lo mucho que dice) se curva muy ligeramente para arriba, casi imperceptible para los que no sueñan, pero tan evidente para los soñadores, esa es la prueba de un momento perfecto. 
De ese pinchazo en alguna parte interior que hace que sueltes todo el aire de golpe y suspires fuerte porque la intensidad del segundo te ahoga. 
Hay tanta variedad como momentos y personas. Las tres primeras notas de tu canción favorita, una sonrisa de buena mañana, un café en el momento adecuado o un beso en la frente cuando estás perdido. Y no solo hablamos de cosas que aparecen en letras de canciones para enamorar a tontos (que digo yo que si hablan sobre eso, POR ALGO SERÁ SEÑORES, POR ALGO SERÁ!) también sirve un lápiz, una revista, una mirada, un cuchillo, un abrazo, un globo o la entrada de la película que cambio tu vida... aquí cada uno siente su momento perfecto con lo que le da la gana (pa' pocas cosas que nos quedan libres en la vida, ésta es una de ellas). 
La clave en todo eso es LA CARPETA. La carpeta es eso, una carpeta (ahora os pensabais que iba a escribir algo súper heavyfuertemagico y no, que soy bohemia pero no tanto) a lo que íbamos... 
La carpeta es una carpeta de color negro, tiene unas gomas para cerrarla bien y que nada se pierda y por encima una etiqueta blanca (de esas de las que poníamos en los libros del colegio) donde está escrito con letra extremadamente bonita y con pluma: PERFECCIÓN. Esa carpeta la tengo en la cabeza, al lado de mis metas, los sueños raros que tengo por las noches, la lista de la compra, los cumpleaños, mi numero de dni y el de mi tarjeta bancaria. Está justo encima del bloc de post-its amarillos que uso para cosas importantes y justo por debajo de las cosas que visualizo cuando me meto en la cama (que están cerradas con llave dentro de una cajita de madera, para que no se me olvide ninguna). 
En la carpeta hay fotos, de todos mis momentos perfectos (por eso tiene las gomas, porque sino reventaría y se me escaparían). Cada vez que tengo uno le hago una foto (mental obvio, no voy como una psico con la cámara de fotos) y la guardo con cuidado. No es un decir, es la verdad, el primer momento guardado es el día de mis 6 años despertarme por la mañana y ver en la terraza un patinete de color azul (patinetes de los de antes, los que molaban, no esas modernidades de ahora), hacía sol y después de desayunar estuve toda la mañana dando por culo con el patinete, con mi hermana (que el suyo era rojo) y aún veo los geranios a un lado de la terraza, esquivándolos cada vez que pasaba al lado para no pillar una torta de mi madre por destrozarle las flores. 
De esos, mil más, que recuerdo con todo lujo de detalles. No es memoria, ni capacidad, es La carpeta, que para eso está. 
Así que revivir con total precisión un momento perfecto es tan fácil como hacerte una (hasta podéis elegir el color, que lujazo!) Soy buena y os confío el secreto, que últimamente tengo la mía a reventar y ya mismo me creo un clasificador para que nada se escape. 
Cuando la perfección y una carpeta se dan la mano, tienes la clave de autoprovocarte felicidad máxima cuando, donde y como tú quieras. 

Y si no sabéis con qué foto empezar la carpeta, os mando un abrazo de los que ahogan, que seguro que vuestras comisuras lo notan y ya tenéis un fotón de la parra.