Ser bonito mientras dure.

Fue bonito mientras duró. 

Esa frase es lo más fácil de decir, pero lo difícil es ser bonito mientras dura.

Qué tal fue? Fue bonito mientras duró... pero ni nadie pregunta que tal fuiste ni nadie contesta fui lo mejor de mi. Aceptar que fue bonito mientras duró, significa aceptar el hecho que acabó y esa es otra. Aceptar algo que tienes ganas de aplastar no es tarea fácil, pero simplemente tenemos derecho A. 

Derecho a querer hablar, a no quererlo, a querer, a no quererlo, a sentir, a no hacerlo, a sentir pero seguir, a sentir pero estancarse, a dar importancia al otro, a querernos más a nosotros mismos, a respetar, a no hacerlo, a entender, a no querer entender nada, a dar una oportunidad, a pasar a otro tema ... simplemente tenemos derecho A, como seres humanos. Luego entra en juego la empatía, el cariño, la madurez y un etc de cosas que implican a cada uno en función de su manera de ser y de actuar. Pero oye, tener derecho lo tenemos, y al igual que TENEMOS derecho, TIENEN derecho. Porque es fácil pensar que tú puedes hacer algo, pero lo difícil está en aceptar que la otra persona también tiene derecho a hacer lo que buenamente le salga de la entrepierna, o de la cabeza, o del corazón oye que hay que ver lo mal hablada que soy.

Porqué nos amargamos es tan fácil como caer en el tópico que el amor mueve el mundo. Y mira que vaya santísima mariconada de frase tu! Y si no a quién le duele el pecho antes de dormirse porque en el trabajo el jefe le haya hechado una bronca, o porque no sabes si vas a poder pagar la factura del teléfono.. que si, que son épocas duras pero nunca tan dura como sufrir por alguien. A veces no es ni cuestión de sufrir, solo el ocupar tus 28h del día pensando en alguien, porque cuando piensas en alguien y no en algo se convierten en 28. 

Tener buenas noticias de trabajo, de dinero, de cualquier cosa.. es genial. Pero no es nada comparado con saber algo de ESA persona. Y esto es así, aunque pienses que tú no. Si, aceptalo. Dormir abrazado a alguien en una cama en el suelo con un calefactor que hace ruido, es millones de veces mejor que dormir en una cama de 20m abrazado a tu tarjeta de crédito repleta de dinero.

Por eso nos duele y por eso aunque tiremos pa'lante hay un resquicio de nuestra mente que queda anclado a eso, porque para nosotros es más importante el mirarnos a los ojos y que el alma sonría. 

Porque fue bonito mientras duró, y eso bien merece una gran sonrisa.