PIJOS.

Odio a los pijos. 

Odiar es un gasto de energía totalmente innecesario que no uso nunca, y el cual me reservo especialmente y con mucho gusto para ellos. Cuando digo pijos me refiero al cliché, a lo típico, a la imagen que te viene a la cabeza cuando piensas en ellos. 

Son una secta. No me gustan. Les tengo alergia! estornudos, mocos, lágrimas..sisi hasta ese punto. 

Esa supuesta superioridad, vanidad, prepotencia con la que miran por encima de un hombro que el único peso que tiene es el de la etiqueta del polo que han pagado por medio sueldo del resto de los mortales. 

"- tía pero es que tiene un cochazo! y una carrera en ingeniería náutica." 

Si, y en dos segundos puede estamparse con el cochazo y la ingeniería le servirá de poco. 

No me siento superior a nadie, menos a ellos. Los veo y pienso en lo injusto que fue el que nos creó en hacer y/o permitir ese semejante híbrido de la humanidad en los que se basa ser superficial y dar importancia a lo que menos tiene. Me da la sensación que si les soplas van a desvanecerse como esas florecillas de chica romántica que tarda 0' en desaparecer. Que si les tocas con el dedo van a romperse porque son de puto cristal y no tienen absolutamente nada por dentro. La cartera llena y el cerebro vacío. Me parecen inútiles, sin nada que aportar a ninguna conversación ni a ninguna vida. Al resto de mortales nos hicieron con unos filtros, una especie de lente que nos enfoca lo sincero, lo verdadero, lo que pocas veces somos conscientes y hace que destaque una persona por encima de otras por no sabemos qué motivo. Ellos nacen sin filtro, lente ni na de na. El único filtro que tienen es en los ojos y tienen símbolo de dolar, o por el contrario lo tienen en el pecho, se llama Ralph y juega al polo. No os da cosita cuando veis a alguno en algún sitio paboneandose, y digo algún porque me refiero a los chicos, ya que las chicas simplemente verlas me pica todo por darles con la mano abierta. Los chicos que creen que van a conquistarte por algo que tiene que ver con su cartera o su supuesta elegancia derivada de ésta, y NO. NO, NO, NO Y MIL VECES NO. Me conquistaría antes una rata de cloaca que esa mirada de energúmeno, imbécil, derrochador y asqueroso. 

Ai porfavor que angústia de gente! Que poco verdaderos, que poco terrenales y humanos. Que ostia les daba y les devolvía a la realidad. No vivís en un mundo diferente, vivís en una gilipollez paralela al mundo real. 

Dais pena, penita, pena. ( y más concretamente a mi, me dais asco).

Y dicho esto, me retiro a mis aposentos. Buenas noches.